Las bibliotecas: ventanas al mundo.

miércoles, 24 de octubre de 2012


Las Nuevas Tecnologías de la Información y la
Comunicación y la Investigación Educativa

1. La Sociedad de la Información y la Investigación Educativa

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), entendidas como el conjunto convergente de tecnologías de la microelectrónica, la informática (máquinas y software), las telecomunicaciones y la optoelectrónica, (Castells, 2000) están produciendo  un auténtica revolución en toda la vida del ser humano, una revolución que se enmarca en un conjunto más amplio de cambios en nuestra sociedad y se concreta en una denominación: la sociedad de la información.

Nos hallamos en el momento del nacimiento de  una nueva sociedad, a la que Castells (2000) denomina la  «sociedad red», que nace de una auténtica revolución, en palabras del mismo autor, centrada en las tecnologías de la información, que están transformando aceleradamente las bases de nuestra sociedad (Bangemann, 1994). Ante esta nueva realidad no cabe la indiferencia y, frente a posiciones que postulan que la nueva sociedad asentada en las nuevas tecnologías va a comportar la panacea, la solución de todos los males (Negroponte, 1995) y otras que sólo ven amenazas (Postman, 1994; Stoll, 1990), como expertos en educación y educadores debemos ser críticos y analizar los porqués, las posibilidades y las limitaciones.2
Las redes informáticas constituyen, de entre todas las novedades en materia de tecnologías de la información y la comunicación, uno de los desarrollos más espectaculares de este siglo. Internet es la mayor red de ordenadores del planeta (Adell, 1998). En realidad, no es tanto una red como una red de redes, una red de varias decenas de miles de redes locales y de área amplia interconectadas (interconexión: «Internet» en inglés) entre sí y que permiten compartir información, recursos y servicios.

Esta nueva sociedad, la «sociedad de la información», se caracteriza principalmente por la influencia en los diversos ámbitos sociales, económicos, políticos, educativos, etc. de las innovaciones tecnológicas que se producen de forma constante y veloz, y que han propiciado el fenómeno de globalización. 

  Las dimensiones fundamentales de la globalización son para Castells (2000a):

? Economía global.
? Transformación del trabajo y del empleo.
? Transnacionalización de las actividades de ocio y cultura.
? Trabajo colaborativo.
? Pérdida de soberanía de los Estados a favor de su integración en bloques económicos y políticos.
? Nuevos modelos  educativos y nuevas necesidades de formación.

En general se puede decir que la  globalización, en relación a la información, tiene aspectos positivos como son:
? Favorece la libertad de expresión de los ciudadanos.
? Gran movilidad de la información.
? Gran cantidad de información que se puede adquirir, procesar y transmitir muy rápido.
? Permite estar más informados de lo que sucede en el mundo.
? Internet es un medio fundamental de transmisión de información.3
? Interacción que se puede establecer con otros a través de la red, etc.

«Gracias al acceso a distancia a los catálogos de las bibliotecas, a la edición electrónica y a la transmisión de documentos... la biblioteca virtual se encuentra en la oficina, en la clase o en el domicilio del usuario». La sociedad de la información supone la necesidad de formación permanente y la priorización del objetivo  «aprender a aprender». Reclama una educación que permita la formación a lo largo la vida,  esto es la educación deberá asentar las bases en conocimientos y destrezas que permitan pasar de la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento y a la sociedad de la inteligencia (Marina, 1999). Con los nuevos medios tecnológicos se puede  acceder a gran cantidad de información a través de redes interconectadas a nivel global o mundial. Las características de estas redes de información (inmaterialidad, interactividad, instantaneidad, múltiples códigos, interconexión, elevados parámetros de  calidad de imagen y sonido, digitalización, diversidad de contenidos, influencia sobre los procesos mentales), que permiten  el acceso a cantidades ingentes de información y la comunicación tanto entre personas como entre grupos, hacen que la obtención de información y la adquisición del conocimiento adquieran una nueva dimensión.

2. Información y conocimiento: una distinción necesaria

La necesidad de disponer de información con rapidez y precisión, obliga a la comunidad científica a desarrollar nuevas tecnologías que permitan el tratamiento y manejo de grandes cantidades de información y el desarrollo de redes de comunicación capaces de transportarla... La producción informativa (explosión documental) y el ambiente científico que aquella promueve, obliga a disponer de una infraestructura de información capaz de cubrir una enorme población de usuarios... Al no disponer estos de tiempo ni de las herramientas adecuadas, la enorme cantidad de información circulante está produciendo estrés informativo y,  a la postre, desinformación (Sáez Alonso, 1998). Se precisan, pues, estrategias para la búsqueda, la selección y valoración de la información.

Debemos tener muy presente que lainformación no es conocimiento, es el sustrato, la materia prima, necesaria pero no suficiente, y es la educación la que transforma la información en conocimiento. Se trata de arbitrar los medios pedagógicos necesarios para pasar de la  «sociedad  de la información» a la «sociedad del conocimiento», o, si se quiere, lograr que la «sociedad de la información» se traduzca en «sociedad del aprendizaje» y en «sociedad de la inteligencia».

Por tanto, interesa distinguir el concepto de  «información» de lo que se puede entender por «conocimiento». Así, el término información alude a cualquier expresión verbal, numérica, gráfica o de otro tipo que posee un significado determinado dentro de un contexto concreto, y cuyo último objetivo es comunicar algo. El «conocimiento» se podría definir como la capacidad para actuar, a partir de una cierta información, y como consecuencia de la capacidad de comprender e interpretar la naturaleza de algo y la aplicación de ciertas habilidades o capacidades complementarias. En este sentido, únicamente se puede hablar de aprendizaje cuando hemos interiorizado la información nueva a nuestras estructuras mentales, adquiriendo con ello nuevos conocimientos.
Desde el punto de vista organizativo, estas inquietudes se enmarcan en el denominado Paradigma de la Gestión del Conocimiento.  La gestión del conocimiento busca la optimización en los procesos de creación del conocimiento y su aplicación en circunstancias concretas.
El acceso a la información es una condición necesaria, pero no suficiente para que se produzca el conocimiento, esto es para aprender. La información tiene un carácter volátil. Para estar al día se requiere una renovación y actualización permanentes e intentar acceder a esa información desde esquemas organizados que nos proporcionan las estrategias de documentación.
En segundo lugar, se deberán establecer mecanismos de supervisión y valoración, cuestionándonos:

? ¿Cómo sabré que la búsqueda es fructífera?,
? ¿Cómo sabré que lo hallado es lo que buscaba?
? ¿Qué criterios utilizaré para seleccionar la información?

1 comentario:

  1. Muy buen punto hacer notar la diferencia entre información y conocimiento, van juntos, pero son muy diferentes y solamente recibir información no es suficiente.
    ¡Saludos, Marthita! Me da gusto saber de ti, aunque sea leerte.

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