Las
Nuevas Tecnologías de la Información y la
Comunicación
y la Investigación Educativa
1. La Sociedad de la Información
y la Investigación Educativa
Las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación (TIC), entendidas como el conjunto convergente de
tecnologías de la microelectrónica, la informática (máquinas y software), las
telecomunicaciones y la optoelectrónica, (Castells, 2000) están
produciendo un auténtica revolución en
toda la vida del ser humano, una revolución que se enmarca en un conjunto más
amplio de cambios en nuestra sociedad y se concreta en una denominación: la
sociedad de la información.
Nos hallamos en el momento del
nacimiento de una nueva sociedad, a la
que Castells (2000) denomina la
«sociedad red», que nace de una auténtica revolución, en palabras del
mismo autor, centrada en las tecnologías de la información, que están
transformando aceleradamente las bases de nuestra sociedad (Bangemann, 1994).
Ante esta nueva realidad no cabe la indiferencia y, frente a posiciones que
postulan que la nueva sociedad asentada en las nuevas tecnologías va a
comportar la panacea, la solución de todos los males (Negroponte, 1995) y otras
que sólo ven amenazas (Postman, 1994; Stoll, 1990), como expertos en educación
y educadores debemos ser críticos y analizar los porqués, las posibilidades y
las limitaciones.2
Las redes informáticas
constituyen, de entre todas las novedades en materia de tecnologías de la
información y la comunicación, uno de los desarrollos más espectaculares de
este siglo. Internet es la mayor red de ordenadores del planeta (Adell, 1998).
En realidad, no es tanto una red como una red de redes, una red de varias
decenas de miles de redes locales y de área amplia interconectadas
(interconexión: «Internet» en inglés) entre sí y que permiten compartir
información, recursos y servicios.
Esta nueva sociedad, la «sociedad de la información», se caracteriza principalmente por la influencia en los diversos
ámbitos sociales, económicos, políticos, educativos, etc. de las innovaciones
tecnológicas que se producen de forma constante y veloz, y que han propiciado el
fenómeno de globalización.
Las
dimensiones fundamentales de la globalización son para Castells (2000a):
?
Economía global.
?
Transformación del trabajo y del empleo.
?
Transnacionalización de las actividades de ocio y cultura.
?
Trabajo colaborativo.
?
Pérdida de soberanía de los Estados a favor de su integración en bloques
económicos y políticos.
?
Nuevos modelos educativos y nuevas
necesidades de formación.
En general se puede decir que
la globalización, en relación a la información,
tiene aspectos positivos como son:
?
Favorece la libertad de expresión de los ciudadanos.
?
Gran movilidad de la información.
?
Gran cantidad de información que se puede adquirir, procesar y transmitir muy
rápido.
?
Permite estar más informados de lo que sucede en el mundo.
?
Internet es un medio fundamental de transmisión de información.3
?
Interacción que se puede establecer con otros a través de la red, etc.
«Gracias al acceso a distancia a
los catálogos de las bibliotecas, a la edición electrónica y a la transmisión
de documentos... la biblioteca virtual se encuentra en la oficina, en la clase
o en el domicilio del usuario». La sociedad de la información supone la
necesidad de formación permanente y la priorización del objetivo «aprender a aprender». Reclama una educación
que permita la formación a lo largo la vida,
esto es la educación deberá asentar las bases en conocimientos y
destrezas que permitan pasar de la sociedad de la información a la sociedad del
conocimiento y a la sociedad de la inteligencia (Marina, 1999). Con los nuevos
medios tecnológicos se puede acceder a
gran cantidad de información a través de redes interconectadas a nivel global o
mundial. Las características de estas redes de información (inmaterialidad,
interactividad, instantaneidad, múltiples códigos, interconexión, elevados parámetros
de calidad de imagen y sonido,
digitalización, diversidad de contenidos, influencia sobre los procesos
mentales), que permiten el acceso a
cantidades ingentes de información y la comunicación tanto entre personas como
entre grupos, hacen que la obtención de información y la adquisición del
conocimiento adquieran una nueva dimensión.
2. Información y conocimiento: una distinción necesaria
La necesidad de disponer de
información con rapidez y precisión, obliga a la comunidad científica a desarrollar
nuevas tecnologías que permitan el tratamiento y manejo de grandes cantidades
de información y el desarrollo de redes de comunicación capaces de
transportarla... La producción informativa (explosión documental) y el ambiente
científico que aquella promueve, obliga a disponer de una infraestructura de información
capaz de cubrir una enorme población de usuarios... Al no disponer estos de
tiempo ni de las herramientas adecuadas, la enorme cantidad de información
circulante está produciendo estrés informativo y, a la postre, desinformación (Sáez Alonso,
1998). Se precisan, pues, estrategias para la búsqueda, la selección y
valoración de la información.
Debemos tener muy presente que lainformación no es conocimiento, es el sustrato, la materia prima, necesaria
pero no suficiente, y es la educación la que transforma la información en
conocimiento. Se trata de arbitrar los medios pedagógicos necesarios para pasar
de la «sociedad de la información» a la «sociedad del
conocimiento», o, si se quiere, lograr que la «sociedad de la información» se
traduzca en «sociedad del aprendizaje» y en «sociedad de la inteligencia».
Por tanto, interesa distinguir el
concepto de «información» de lo que se
puede entender por «conocimiento». Así, el término información alude a cualquier
expresión verbal, numérica, gráfica o de otro tipo que posee un significado
determinado dentro de un contexto concreto, y cuyo último objetivo es comunicar
algo. El «conocimiento» se podría definir como la capacidad para actuar, a
partir de una cierta información, y como consecuencia de la capacidad de
comprender e interpretar la naturaleza de algo y la aplicación de ciertas
habilidades o capacidades complementarias. En este sentido, únicamente se puede
hablar de aprendizaje cuando hemos interiorizado la información nueva a
nuestras estructuras mentales, adquiriendo con ello nuevos conocimientos.
Desde el punto de vista
organizativo, estas inquietudes se enmarcan en el denominado Paradigma de la
Gestión del Conocimiento. La gestión del
conocimiento busca la optimización en los procesos de creación del conocimiento
y su aplicación en circunstancias concretas.
El acceso a la información es una
condición necesaria, pero no suficiente para que se produzca el conocimiento,
esto es para aprender. La información tiene un carácter volátil. Para estar al
día se requiere una renovación y actualización permanentes e intentar acceder a
esa información desde esquemas organizados que nos proporcionan las estrategias
de documentación.
En segundo lugar, se deberán
establecer mecanismos de supervisión y valoración, cuestionándonos:
? ¿Cómo sabré que la
búsqueda es fructífera?,
? ¿Cómo sabré que lo
hallado es lo que buscaba?
? ¿Qué criterios
utilizaré para seleccionar la información?
Muy buen punto hacer notar la diferencia entre información y conocimiento, van juntos, pero son muy diferentes y solamente recibir información no es suficiente.
ResponderEliminar¡Saludos, Marthita! Me da gusto saber de ti, aunque sea leerte.