Las bibliotecas: ventanas al mundo.

martes, 23 de octubre de 2012



LA TAREA.

A través del tiempo la palabra “tarea” representa una carga; es algo que se tiene que hacer y el solo hecho de la imposición transforma la actividad en algo desagradable y molesto. ¿Por qué se sigue empleando ese concepto en la escuela moderna?
No cabe duda, la realización de actividades sistemáticas y rutinarias, son parte de la vida del ser humano, sobre todo, aquellas inherentes a la supervivencia: asearse, dormir, comer, elaborar los alimentos y mantener aseado y ordenado el hábitat y las labores propias de cada individuo. A medida que los niños crecen, se les asignan obligaciones acordes con sus posibilidades: recoger sus juguetes, ordenar su ropa, su habitación y muchas veces, cuando la situación económica de la familia lo amerita, buscar trabajos lucrativos fuera del hogar. En este último caso, representa su propio sustento porque “si no trabajan, no comen”. A estas actividades obligadas y rutinarias les llamamos tareas. Si se es estudiante, este vocablo, que ya trae tras de sí un negro historial, produce un efecto más negativo que positivo, porque implica la obligación de realizar cierto trabajo escolar ineludible y el no hacerlo implica una reprimenda o castigo en las escuelas de nivel básico o un deterioro de la calificación en niveles superiores. En ambas situaciones, representa molestia y rechazo.
El vocablo tarea procede de la voz árabe taríha y significa: obra o trabajo, trabajo que debe hacerse en tiempo limitado, afán, penalidad o cuidado causado por un trabajo continuo.
Cuando nos referimos a las actividades escolares, desde tiempo inmemorial, se han utilizado las “tareas” como una forma de castigo más que como un recurso didáctico, porque realmente actúa en forma contraria a los objetivos que se propone. Quién no recuerda aquellas planas de “no debo portarme mal”, “no debo pelear en la escuela” y un montón de leyendas nefastas que traían como resultado: rebeldía contra la imposición, frustración provocada por realizar algo en contra de la voluntad. Esto provoca distorsión de la escritura, y lo peor de todo, el efecto causado por estas tareas, era el opuesto al que los docentes pretendían, porque el reto para el alumno era perfeccionar las travesuras para no ser descubierto y casi siempre lo lograban. Lo que es inconcebible actualmente, es encontrar docentes que todavía aplican este tipo de medidas retrógradas.
Desde la época de la escuela lancasteriana “la letra con sangre entra”, hasta nuestros días, han pasado ya muchos años; los sistemas escolares han evolucionado, y las políticas educativas son más nobles y apegadas a los intereses, aptitudes y características psicológicas e intelectuales de los niños y jóvenes. El educando ha dejado de ser considerado un depósito que debe llenarse de conocimientos y se le otorga, merecidamente su lugar real y justo dentro del contexto social, pues su condición de aprendiz no le resta dignidad a su naturaleza humana y pensante y sobre todo, con deseos, inclinaciones y preferencias propias; por ello la psicología se aboca al estudio de sus características, para encontrar la mejor manera de hacer llegar a ellos el conocimiento, sin deterioro de su integridad física, moral e intelectual. En México, a pesar de los resultados arrojados por las pruebas Enlace, se ha avanzado en materia educativa; aunque todavía falta mucho camino por recorrer para llegar a un nivel ideal.
Uno de los lastres que no ha sido posible erradicar de la educación básica, sobre todo, es precisamente, el hábito de los docentes frente al grupo de encargar tarea; la sola expresión, causa molestia en alumnos y padres de familia. Este trabajo es más molesto cuando se pide que los alumnos realicen aún en los períodos de vacaciones tareas escolares. Cuando hablamos de nivel primario, obviamente implica también atención de los padres de familia a esta actividad. Lo primero que viene a la mente, es el pensamiento de que el maestro desea que “alguien” haga por él parte de sus labores académicas…
Es indudable que el trabajo extra clase es necesario para que el estudiante afirme los conocimientos adquiridos en el aula, sobre todo para que adquiera buenos hábitos. La lectura, la investigación, la experimentación, el trabajo grupal (en equipos), etcétera. La participación de los padres en estas labores es de suma importancia. El problema es el enfoque que el docente le dé a estas actividades y que sean previamente planeadas como un recurso didáctico y no como una manera de mantenerlos haciendo algo en su casa que debió verse en el aula. ¿Cuántas veces se indican trabajos infructuosos y repetitivos que sólo causan molestia? Para que este tipo de actividades sea efectivo y útil, el educando y sus padres deben estar convencidos de los beneficios que aportarán al trabajo escolar.
¿Por qué no se sustituye el término tarea por trabajo extra clase o investigación? El que no cumple, deja de aprender algo. El premio para quienes realicen su labor debe ser justamente el ganar un conocimiento. Casi siempre se cumple con la tarea “para que no regañen al niño y acusen de irresponsable al padre” ¡y ese no es el objetivo que debiera tener! Las actividades escolares que se realicen en el hogar deben ser también, debidamente planeadas y con un objetivo específico encaminado a mejorar el nivel académico del alumno.
El día que en las escuelas se planteen las terribles tareas con otro enfoque y otro nombre menos duro y éstas tengan una justificación pedagógica válida y que el alumno lo entienda, para que se hagan por convicción y no por obligación o miedo a una reprimenda o castigo, estaremos realmente en proceso de formar niños y jóvenes críticos, reflexivos y lectores. El papel de los padres debe ser de colaboración y no de censura o represión. Para ello se requiere un cambio de mentalidad en los docentes y que tengan impresos en su conciencia los cuatro pilares que sustentan a la educación de nuestros tiempos: aprender, aprender a hacer, compartir y vivir armónicamente, que dan como resultado “el ser”.

Fuentes de consulta:

2 comentarios:

  1. Muy interesante y completa tu información.

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  2. La tarea nos sirve para mchas cuestiones, para reafirmar conocimientos, para que los alumnos logren investigar y razonar por si solo.Muy agradable tu aportacion.

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