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miércoles, 24 de octubre de 2012

El Sabio



“EL SABIO”

Existía un hombre, como suelen haber hombres y mujeres, que se dedicó toda la vida a hacer dinero y como suele pasar, el dinero hizo su vida, no supo cuando ocurrió esto, simplemente lo aceptó como normal y, como la normalidad es el molde en el vaciamos nuestra vida…, creyó vivir en lo correcto.


Un día se percató por accidente que no tenía todo, pero pensó que como tenía mucho dinero éste le podía proporcionar todo lo que él quisiera. Así que se dedicó a comprar objetos, conocimientos, títulos, fama, etc…., y creyó saberlo todo.

Cuando creyó tenerlo todo, se enteró que había un sabio en un país del planeta, e inmediatamente imaginó poder comprarle todo su conocimiento. Hizo un viaje hasta ese lugar lejano para entrevistarse con él, el hombre sabio lo hizo esperar mucho tiempo, fastidiado de la espera, el hombre creyó que se le menospreciaba. 

Por fin, cuando el encuentro fue posible, el hombre dijo con voz autoritaria —¡maestro, enséñame tu verdad!— El maestro era un anciano y con movimientos ceremoniosos y tranquilos sacó dos tazas de un armario, se dirigió hacia la estufa y preparó té. Cuando el aroma de las hierbas de la bebida llenaron la estancia, el anciano tomo la tetera y le dijo a su invitado —tomemos el té— ofreció una taza vacía al hombre que se reusaba a perder el tiempo y dispuso una para él. Entonces le dijo —usted me dice hasta donde quiere que le sirva— y empezó a vaciar la aromática bebida a la taza de su invitado, al llenarse al borde el hombre le dijo apurado —¡basta, basta, con eso es suficiente!— La taza estaba llena, sin embargo el anciano seguía sirviendo más y más hasta que el líquido se derramó sobre la mesa. Entonces el sabio miro al hombre a los ojos y le dijo —no se puede servir más donde está lleno— y añadió lentamente —tampoco se puede enseñar algo a quien se considera lleno de todo— y poniendo se de pie dejó al hombre.

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