Comunicación,
poder y contrapoder en la sociedad red. Los medios y la política
Manuel Castells
¿Cuál
es la influencia actual de los medios de comunicación en la opinión pública?
¿Qué impacto tienen Internet y la web 2.0 en la política hoy en día? Manuel
Castells analiza estas y otras importantes cuestiones en este interesante
artículo.
El
poder y la política se deciden en el proceso de construcción de la mente humana
a través de la comunicación. En nuestro tipo de sociedad, los medios de
comunicación de masas son decisivos en la formación de la opinión pública que
condiciona la decisión política. La política es sobre todo política mediática,
lo cual tiene consecuencias importantes sobre la política misma, ya que conduce
a su personalización y a la política del escándalo. Ahora bien, la comunicación
de masas está siendo transformada por la difusión de Internet y la Web 2.0, así
como por la comunicación inalámbrica. La emergencia de la autocomunicación de
masa desintermedia a los medios y abre el abanico de influencias en el campo de
la comunicación, permitiendo una mayor intervención de los ciudadanos, lo cual
ayuda a los movimientos sociales y a las políticas alternativas. Pero al mismo
tiempo también las empresas, los gobiernos, los políticos intervienen en el
espacio de internet. De ahí que las tendencias sociales contradictorias se
expresan por uno y otro lado tanto en los medios de comunicación de masas como
en los nuevos medios de comunicación. De esta forma, el poder se decide cada
vez más en un espacio de comunicación multimodal. En nuestra sociedad, el poder
es el poder de la comunicación[*][*].
El ejercicio del poder a través de la construcción de la opinión pública
A lo largo de la historia, la
comunicación y la información han constituido fuentes fundamentales de poder y
contrapoder, de dominación y de cambio social. Esto se debe a que la batalla
más importante que hoy se libra en la sociedad es la batalla por la opinión
pública. La forma en que la gente piensa determina el destino de las normas y
valores sobre los que se construyen las sociedades. Aunque la coerción y el
miedo son fuentes decisivas para que los dominantes impongan su voluntad a los
dominados, pocos sistemas institucionales pueden durar demasiado si se basan de
forma preponderante en una represión aguda. Torturar cuerpos es menos efectivo
que modelar mentes. Si la mayoría de la gente piensa de forma contradictoria
respecto a los valores y normas institucionalizados en el estado y consagrados
a través de leyes y normas, al final el sistema cambiará, aunque no
necesariamente para colmar las esperanzas de los agentes del cambio social.
Pero el cambio llegará. Tan sólo tardará un poco y será a costa de sufrimiento,
mucho sufrimiento.
Como la
comunicación, y en especial la comunicación socializada, la que existe en el
ámbito público, ofrece el apoyo para la producción social del significado, la
batalla de la opinión de las personas se juega en gran parte en los procesos de
comunicación. Y esto es aún más aplicable a la sociedad en red, que se
caracteriza por la omnipresencia de redes de comunicación en un hipertexto
multimodal. En efecto, la actual transformación de la tecnología de la
comunicación en la era digital amplía el alcance de los medios de comunicación
a todas las esferas de la vida social en una red que es a un tiempo global y
local, genérica y personalizada según un patrón siempre cambiante. Como
resultado, las relaciones de poder, es decir, las relaciones que constituyen
los fundamentos de toda sociedad, además de los procesos que desafían las
relaciones de poder institucionalizadas, se determinan y deciden cada vez más
en el campo de la comunicación.
Entiendo el poder como la
capacidad estructural del actor social para imponer su voluntad sobre otro(s)
actor(es) social(es). Todos los sistemas institucionales reflejan relaciones de
poder, además de los límites a estas relaciones de poder tal y como han sido
negociadas por parte de un proceso histórico de dominación y contra dominación.
Así, también analizaré el proceso de formación de un contrapoder, que a mi
entender es la capacidad de un actor social de resistirse y desafiar a las
relaciones de poder institucionalizadas.
Efectivamente, las relaciones
de poder son por naturaleza conflictivas, del mismo modo que las sociedades son
diversas y contradictorias. Por lo tanto, la relación entre tecnología,
comunicación y poder refleja valores e intereses opuestos, y afecta a una
pluralidad de actores sociales en conflicto.
Tanto los periódicos
todopoderosos como los sujetos de los proyectos del contrapoder funcionan en la
actualidad dentro de una nueva estructura tecnológica: y esto tiene
consecuencias en las formas, medios y metas de su conflictiva práctica. En este
artículo presentaré algunas hipótesis sobre la transformación de esta relación,
como un resultado de diversas tendencias que se relacionan entre sí, aunque son
independientes:
- el papel predominante de la política mediática y su interacción con
la crisis de la legitimidad política en la mayoría de los países del
mundo;
- el papel clave de los medios de comunicación segmentados,
personalizados en la producción de la cultura;
- el surgimiento de una nueva forma de comunicación relativa a la
cultura y la tecnología de la sociedad en red, y basada en las redes de
comunicación horizontales: lo que yo llamo autocomunicación de masa;
- y los usos tanto de los medios de comunicación de masas
unidireccionales como la autocomunicación de masa en la relación entre el
poder y el contrapoder, en la política formal, en la política insurgente y
en las nuevas manifestaciones de los movimientos sociales.
Hay que entender esta
transformación entre comunicación y poder situada en un contexto social
caracterizado por varias tendencias importantes:
a) El Estado, tradicionalmente
el principal centro de poder, está siendo desafiado en todo el mundo por:
- la globalización que limita su toma de decisiones soberana,
- las presiones del mercado hacia la desregulación que disminuyen su
capacidad de intervención, y
- una crisis de la legitimidad política que debilita su influencia
sobre sus ciudadanos (Bec, 2006; Castells, 2005, y Held & McGrew,
2007).
b) Las industrias culturales y
los medios corporativos se caracterizan al mismo tiempo por la concentración
empresarial y la segmentación del mercado, dirigiéndose hacia una competición
oligopolista extrema, a una distribución personalizada de mensajes y al
establecimiento de redes verticales de la industria multimedia (Crouteau &
Hoynes, 2006; Hesmondhalgh, 2007;y Klinenberg, 2007).
c) La oposición mundial entre
lo individual y lo comunitario define la cultura de las sociedades al tiempo
que la construcción de la identidad funciona con materiales heredados de la
historia y la geografía, y de los proyectos de los seres humanos. La cultura de
lo comunitario tiene sus raíces en la religión, la nación, la territorialidad,
la etnia, el género y el entorno (Castells, 2004; y Ong, 2006). La cultura del
individualismo se extiende de formas diferentes: (Barber, en preparación; Touraine,
2006; y Wellman & Haythornwaite, 2002).
- como consumismo
dirigido por el mercado,
- como nuevo patrón
de sociabilidad basado en el individualismo estructurado en redes, y
- como el deseo de
autonomía individual basada en proyectos vitales autodefinidos.
A pesar de esta evolución
social compleja y multidimensional, el proceso decisivo que da forma a la
sociedad, tanto a nivel individual como colectivo, es la dinámica de las
relaciones de poder. Y las relaciones de poder, en nuestro contexto social y
tecnológico, dependen en gran medida del proceso de comunicación socializada de
formas que no voy a analizar secuencialmente.
interesante :)
ResponderEliminarme gustariia q mas preguntarnos cual es la influencia, viieramos... que podemos hacer para influir educativamente con nuestros alumnos..,, excelente publicaciion.. =)
ResponderEliminarbiiien
asi es..
ResponderEliminar