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jueves, 7 de marzo de 2013

GENEROS LITERARIOS



LA NOVELA


Aunque es un género de difícil definición por su extraordinaria complejidad y la enorme variedad de formas que abarca, en general se puede considerar como novela toda narración en prosa de cierta extensión y que posea una trama imaginaria, es decir, una sucesión de acontecimientos que se relatan y que acaban constituyendo una secuencia completa de acciones. Es una característica de la novela  su capacidad de verosimilitud, conseguir que el lector no sienta la ficción como tal. Además de la trama, acción o argumento, la novela contiene otros elementos, como son el medio o ambiente en que ocurre la acción y los personajes que se mueven en el. Así, pues, junto a lo meramente narrativo, aparecen la caracterización  de personajes y la descripción del ambiente. En ocasiones, el autor recurre a la caracterización directa de los personajes y ofrece su retrato; otras veces se limita a presentarlos, dejando que sea el lector quien, a través de los diálogos, vaya descubriendo como son.

En cuanto a la descripción del ambiente, que puede ser real o ficticio, campesino, urbano o domestico, permite al lector situarse en el mismo escenario y atmosfera de los personajes, y comprender mejor las razones de su actuación.



El origen de la novela hay que buscarlo en roman courtois o novela cortés, que se desarrollo en Francia a mediados del siglo XII. Obras como Lancelot o el caballero de la carretera y percevalo el cuento del Graal, aunque escritas en verso, anticipan lo que serán las novelas de caballería posteriores. Tres siglos más tarde, el autor anónimo del Lazarillo de Tormes introdujo el mundo de la realidad en el relato, creando así la novela moderna.

En el siglo XVII apareció el Quijote, que fue adoptado como modelo narrativo, sobre todo por escritores Británicos como Defoe y Fielding. De ellos arranca la novela moderna como genero mas cultivado e importante a lo largo de los siglos XIX y XX, dado el carácter “ABIERTO” del género novelesco, es muy difícil establecer una tipología.

Se puede hablar de novelas de acción, cuando nos hallamos ante un relato de hechos externos, y de novelas psicológicas, cuando la acción transcurre en el alma de los personajes y el autor penetra en ella. Hay novelas que pueden considerarse una epopeya, como Guerra y Paz, de Tolstoi, o una sátira, como Cándido, de Voltaire. Novelas que imponen modos de comportarse, como el Werther de Goethe, cuya difusión parece que fue acompañada de una ola de suicidios, o tipos de personajes, como el comisario Maigret, bonachón y apacible, de las obras de Simenon.

Otras veces la novela da forma a viejos sueños de la humanidad, tales como viajar por el tiempo, explorar el espacio mediante una maquina maravillosa (veinte mil leguas de viaje submarino, de Julio Verne), o exponen viejos temores: el terror ante la destrucción de la humanidad por seres venidos de otros planetas.

Podríamos decir, pues, que la novela, pese a su enorme variedad, es el género que cristaliza dos tendencias universales del hombre, contrarias pero complementarias: la necesidad de lo maravilloso y la angustia.

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