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jueves, 13 de septiembre de 2012

¿UN ENFOQUE POR COMPETENCIAS PARA QUE?



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El concepto de competencias se ha extendido ampliamente para la educación en todos sus tipos y niveles educativos, encontrando un terreno propicio para su desarrollo, sin embargo, ha causado opiniones favorables y en contra. Si bien es cierto que para muchos, en especial para quienes están inmersos en el campo educativo, el término competencia  es novedoso, más aún, en la actualidad, en que se ha puesto en fama tal término, tanto en los medios de comunicación, como en los congresos, cursos de actualización docente, reuniones de academia, etc.

Para poder entender qué es la educación basada en competencias y su porqué, es necesario iniciar con algunos conceptos de lo que son las competencias; Sonia Lavín en Garduño (2008) las define como: “un conjunto de habilidades, destrezas, conocimientos, actitudes y valores que califican a un ser humano para desenvolverse en los distintos dominios que determinan su calidad de vida, es una capacidad de desempeño real que se logra en tres ámbitos: saber hacer, saber decir, saber actuar”.

En Bellocchio (2010) encontramos la definición dada por el Proyecto Tuning para América Latina, que conceptúa las competencias como: “capacidades que todos los seres humanos necesitan para resolver de manera eficaz y autónoma, las situaciones de la vida”.

Ahora bien, en el campo educativo, el término tiene también varias acepciones, pero que en esencia comparten los mismos elementos integradores. Laura Frade (2009) explica sobre el término competencia, lo siguiente: “Existen dos significados etimológicos distintos de la palabra competencia: el primero es relativo a competir, ganar, salir victorioso, y el segundo se relaciona con quien se hace responsable de algo, de un ámbito de su jurisdicción al cual generalmente se le asigna un valor. En la educación se utiliza en el segundo (competeré), te compete el saber, el aprender, el aprendizaje es tu responsabilidad, tú lo construyes, tú te apropias de él.”

En México, desde 1997 en el currículo de las escuelas normales se incluyó en el perfil de egreso el logro de competencias específicas; posteriormente el CONAFE (Consejo Nacional de Fomento Educativo) comenzó con su implementación en algunas de las zonas más rezagadas del país; pero fue en el 2000 que se le dio más impulso a este enfoque, y para el 2004 el Programa de educación Preescolar lo implementó; en el 2006 se hace la Reforma para la Educación Secundaria; y, finalmente, a partir del ciclo 2008-2009 se hizo oficial para toda la educación básica; aunque hay varias fracciones del sindicato de maestros que no lo aprueban, y en la mayoría de las escuelas (públicas sindicalizadas) se trabaja con el plan anterior es decir, con el plan 93. Respecto a la educación Media Superior, en enero de 2008 se presentó el Marco Curricular Común para la Educación Media Superior, que obliga a las instituciones de este nivel a adaptar sus planes y programas a este enfoque. 

Una de las premisas que se manejan para justificar la pertinencia de las competencias es, la velocidad con que cambia el entorno social, cultural y económico, debido al auge de la informática y de los medios de comunicación, por lo que se necesita formar personas adaptables a esta rapidez en los patrones sociales, que además sean efectivas en todo lo que hacen. Uno de los mayores defensores de las competencias es Phillipe Perrenoud, para quien la escuela no debe estar desvinculada de lo que sucede en la vida cotidiana de los alumnos, enseñando conocimientos que poco o nada sirven a éstos fuera de ella. Según Frade (2009):

Así pues, la educación basada en competencias, es la que pretende desarrollar en los alumnos las competencias intelectuales, actitudinales, éticas, etc., que le permitan manejarse de forma activa y propositiva en su entorno social. Así mismo dentro de esta educación se establece cuatro pilares: “aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser”, esto, se logrará a partir del desarrollo de competencias para la vida. Una competencia es, la integración de habilidades, conocimientos, valores, actitudes y destrezas. 

Dentro de esta enseñanza nosotros como docentes jugamos un papel importante ya que nuestra función  es promover y facilitar el aprendizaje entre los estudiantes a partir del diseño y selección de secuencias didácticas, selección de material, dejando a un lado el papel tradicional del docente como un experto, transmisor de contenidos y evaluador, dejando de lado lo memorístico, lo rutinario y la pasividad, sino al contrario debemos transformarnos como un facilitador de conocimiento que promueva el proceso enseñanza-aprendizaje desde una perspectiva crítica, activa, reflexiva y obviamente constructiva, inculcando valores como el respeto, la cooperación y la tolerancia etc.

Hablar de evaluación en este tipo de enseñanza implica que no sólo debemos considerar los conocimientos que el pupilo ha adquirido a lo largo de un determinado tiempo, sino también tomar en cuenta el desempeño del estudiante durante el curso, es decir, no debe ser la competencia misma lo que se evalúa, sino el desempeño del alumno, por lo que la evaluación debe consistir en que el estudiante ponga en práctica la competencia.

Volviendo a la pregunta planteada en el título de este ensayo: ¿Un enfoque por competencias para qué? A grandes rasgos se definió lo que son las competencias sobre todo en la cuestión educativa. El principio de la educación por competencia es acercar al discente a la aplicación y uso del conocimiento, de habilidades, destrezas, actitudes y valores de la realidad, integrar la teoría y la práctica, centrar el aprendizaje en el alumno, considerar el aprendizaje en todos los contextos. El enfoque de competencias busca que el alumno sea capaz de construir soluciones, no sólo conocimientos, para que los use ante cualquier situación que se le presente. El estudiante debe tener una formación integral en el desarrollo de capacidades, pues ya no es suficiente adquirir conocimientos o dominar algunas técnicas.

Desde mi punto de vista considero que si las autoridades educativas  ofrecieran a los profesores los conocimientos del sistema de competencias, con todo lo que implican, a través de cursos y capacitaciones constantes, además de proporcionar los materiales didácticos necesarios, (no basta con decir que se tiene que trabajar con ellas), creo que nuestro  sistema educativo mejoraría ampliamente. 

Es necesario que los alumnos se formen en habilidades genéricas ya que éstas proveen una plataforma para aprender a aprender, pensar y crear, asimismo es importante que todo docente se capacite, actualice y  realice su planeación de trabajo de acuerdo a las necesidades de los alumnos, de la misma manera utilizar estrategias donde los educandos desarrollen habilidades intelectuales.  Tener a la mano material didáctico que el educador pueda crear, investigar y conocer. Hacer uso de las noticias, artículos, cuentos, imágenes, pinturas, teatro, cine, con el propósito de lograr aprendizajes que conlleven al sujeto a una mejor calidad de vida en el aspecto moral, social y cultural.

Es de suma importancia que todo  docente tiene que fortalecerse como  persona de calidad, prepararse adecuadamente para que al integrarse a la vida productiva sea capaz de reconocer y perpetuar lo bueno que ya existe y combinarlo con nuevas aportaciones en el campo en la cual se van a desarrollar.



FUENTES CONSULTADAS.

Ø  Garduño R. Tere. (2008). "Una educación basada en competencias". México. Ed. Aula nueva.
Ø  Antología de la Teoría a la Práctica. "Manejo de competencias educativas en el aula” México, Fernández Editores.
Ø  Entrevista con Philippe Perrenoud, Universidad de Ginebra “El arte de Construir Competencias”. Septiembre 2000.
Ø  Acuerdo número 444.

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