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viernes, 28 de septiembre de 2012

Amor a la camiisetha***¨*



**AMOR**

A la camiseta
Alma Rosa Ramírez Morales.

El partido ya está en tiempo de compensación y el árbitro acaba de marcar un penalti contra el américa. El estadio Azteca  se ha vuelto una sola voz que lanza todo tipo de reclamos al silbante,  quien va y se para con firmeza sobre el manchón penal. “¡vendido!, ¡ratero!”,  le gritan desde la tribuna. Y aunque  la falta del defensa haya sido evidente, cómo  no reaccionar de esa manera si las chivas…...  no  cualquier otro equipo,  ¡las chivas!, dejarían fuera de la final a las Águilas en caso de convertir ese penalti en gol.

Sergio siente que se muere de la angustia frente al televisor. Hace cuantos años decidió no volver a poner  un pie en el estadio, súper  convencido de que era su presencia la que hacía perder al equipo. “¡Pero ¿cómo puedes creer eso?! –le cían sus amigos- ¡Es una ridiculez!”. Para Sergio, sin embargo, nada ni nadie había hecho que cambiara de opinión, ni lo harían.

La rechifla continúa en el estadio mientras el delantero del Guadalajara está por cobrar la falta. Sergio, como cada domingo, trae puesta la camiseta con la que él américa se coronó campeón del futbol mexicano por última vez. Así, desde su casa, le transmite a su equipo  mayores aspiraciones de triunfo,  (al menos eso es lo que él cree).  Su  mano derecha la coloca en el pecho, sobre  el escudo americanista (a la izquierda). Desde que empezó el  partido, trae el ticket de su apuesta junto a un billete de dólar que siempre carga en su  cartera como amuleto. Y es que  “soltarlos es de mala suerte”, asegura.

El árbitro pita y el jugador de chivas va hacia el balón, dispuesto a reventar la red de un derechazo. El estadio enmudece un brevísimo instante. Luego, al ver que la pelota se estrella contra el poste, la multitud rompe el silencio  con un ruido ensordecedor. Sergio se suma a la boruca desde casa dando brincos, apretando los puños y gritando eufórico. “¡Gracias América! ¡Gracias!”, dice de cara al cielo, antes de besar los papeles que, desde dos horas antes, lleva celosa mente en su mano izquierda.

 
 
Según el diccionario, un golpe de suerte es un hecho favorable y azaroso que cambia de forma positiva la situación de alguien.

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2 comentarios:

  1. Me gusta tu entrada sobre ponerse la camiseta, porque solo así podremos sentirnos parte de un grupo, de un ideal o ahora de un bloc.. felicidades Alma por tu dedicación y por enseñarnos que siempre se puede hacer lo que se quiere lograr. Saludos.

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  2. Röbert..!! amiigÖ m da mucho0o gusto0o q m comentesSs.. m inspiirias.. a seguir subiiendo entradas jejjeje GRaciias!!! =)

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