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jueves, 13 de septiembre de 2012


EDUCACIÓN BASADA EN COMPETENCIAS: ¿AYUDAN O LIMITAN EL CAMBIO?

ANTES Y DESPUÉS DEL CURSO


En este breve ensayo se da una  explicación del tema competencias en la educación el cual tiene como finalidad dar a conocer los diferentes puntos de vista que se tenía antes y después de conocer cómo es que se trabaja actualmente la educación con competencias, y es que se tenía la idea de que “competencias” era algo así como estar en una carrera atlética donde sólo los más fuertes y entrenados pueden ganar, o estar en un juego de mesa dónde el más astuto es el vencedor, y así lo relacionaba con la educación, es decir dónde el alumno tenía un papel  el cual jugaba a ser ese “competidor” y buscaba la forma de ganar la carrera o el juego, y a su vez el profesor era el juez del evento y éste determinaba tajantemente si el jugador pasaba o no la competencia, y me refiero a ser tajante  en el sentido de que el profesor sólo califica algunos aspectos del resultado que se quiere obtener, pero que en realidad al final no se sabe con exactitud si se logró el aprendizaje deseado.

Anteriormente tenía la idea de que la educación basada en competencia se refería a una forma de “medir” a los alumnos en sus capacidades y que lejos de ayudarlos sólo causaría aprietos o dificultad  en el proceso de enseñanza aprendizaje, ya que desde la forma en que se utilizan estrategias para transmitir conocimientos hasta la forma de evaluación son completamente distintas a las que conocía anteriormente, es decir se está acostumbrado a permanecer en un proceso de educación bastante tradicionalista, donde el alumno es visto como un ser pasivo, sin tomar en cuenta su opinión, es sólo receptor de conocimientos, etc. Y al igual el profesor es visto como transmisor de conocimientos, el método que utiliza para enseñar era el mismo para todos los alumnos y en todas las ocasiones, autoritario, y utiliza el castigo como medio de disciplina entre otros.

Es por eso que al empezar a conocer  cómo es que se trabaja en la educación basada en competencias y lo que éstas pueden lograr en el alumno resulta casi imposible de creer, pero la realidad es que esta educación cobra gran auge en los últimos años y sobre todo a partir de las nuevas tecnologías, ya que estas han generado tal cúmulo de información que resulta imposible revisarla todas y cada una de ellas. Si se toma en cuenta que anteriormente la educación era de cierta manera sólo una transmisión de conocimientos, pues ahora las competencias en el proceso de enseñanza aprendizaje básicamente significan “saberes de ejecución”, dando un giro impresionante a la educación en todos los sentidos, y es que por medio de las competencias ahora el alumno y el docente juegan otro rol dentro del proceso, y es notorio este nuevo papel, el alumno forma parte activa de su aprendizaje, su rol ya es de investigador, participa y expresa sus ideas, la relación con el maestro se vuelve más estrecha, etc. Así el profesor ya no juega un papel de simple transmisor de conocimientos, sino que debe de tener la capacidad de identificar todo el proceso que llevan sus alumnos hasta llegar al resultado deseado.

Es entonces que resulta que la educación basada en competencia no sea cosa del otro mundo y que se necesita de los docentes su entera disposición para el cambio que se requiere lograr en pos de la educación y de los alumnos, si ya entendimos que la educación basada en competencias se centra en las necesidades, estilos de aprendizaje y potencialidades individuales para que el alumno llegue a utilizar con destreza o soltura las habilidades señaladas por el mundo cotidiano y laboral.

Cabe mencionar que las competencias, al igual que las actitudes no son dadas por herencia ni se originan de manera congénita sino que conforman la construcción y persistencia de la persona o el alumno, y esto a su vez se debe relacionar con una comunidad específica, es decir, desde un entorno social y los cambios que ella requiere. En el proceso educativo las competencias se construyen en la concentración o reunión de los conocimientos, las habilidades y los valores, y lograr así una meta que ha sido planificada y es un resultado. El resultado es: el desempeño de la competencia.

El alumno debe ser competente, no competitivo.

Por tanto el cambio que necesita el proceso enseñanza aprendizaje será desde los programas académicos, pero sobre todo desde la modificación de la forma de pensar de los directivos, administradores, docentes y alumnos. La  escuela o institución es el marco de referencia para que los alumnos sean favorecidos con un modelo de aprendizaje que combine las habilidades con conocimientos y se logre el cambio que necesitan en su educación. Llegando a la conclusión de que en definitiva la educación basada en competencias es   una ayuda para lograr el mencionado cambio en el proceso de enseñanza  y no es un obstáculo para que se logre.






REFERENCIA:

Dra. Laura Frade Rubio, Desarrollo de competencias en educación: desde preescolar hasta bachillerato, 2007.


  

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