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jueves, 13 de septiembre de 2012

SON LAS COMPETENCIAS EDUCATIVAS HERRAMIENTAS EFICACES PARA LA EDUCACIÓN EN MÉXICO

La educación basada en competencias es un reto actual que tenemos que enfrentar los docentes mexicanos. Es necesario, para ello, estar dispuestos al cambio respecto de la metodología y la evaluación en el proceso formativo, puesto que la educación tradicional (casi todos o todos los maestros somos herederos de ella) manejaba estrategias muy diferentes a las que se nos propone en este nuevo paradigma educativo.
Independientemente de que la RIEMS sea una moda o de que dure lo que vaya a durar la actual administración del partido en el poder ejecutivo, el hecho de que los docentes estemos reflexionando en nuestro quehacer y pensando ahora en que el aprendizaje de nuestros alumnos sea llevado a la práctica y, siempre, para mejorar una situación existente (científica, tecnológica, social, económica, etc.), hace que nuestra actividad educativa se modifique; las estrategias docentes aprendidas en un pasado no muy lejano (bajo los modelos del constructivismo y del aprendizaje significativo) no quedan fuera de este nuevo enfoque, sino que más bien se integran.
¿Qué son las competencias? Hay muchas definiciones para el té


rmino competencias y muchos enfoques que se le pueden dar dentro de la educación, pero la definición que tendremos aquí en cuenta por cuanto consideramos que reúne los rasgos distintivos de ellas es la que propone Tobón (2006): “las competencias son procesos complejos de desempeño con idoneidad en un determinado contexto con responsabilidad” http://www.uv.mx/facpsi/proyectoaula/documents/Lectura5.pdf. Esto quiere decir que las competencias no son meras habilidades, ni actitudes, ni destrezas, ni saberes tomados por separado, son más bien desempeños integrales que han sido ignorados por la educación instructiva y por la ciencia moderna. A este respecto cabe mencionar la pertinencia de la crítica que hace Habermas (1982) al llamado conocimiento objetivo, por cuanto éste excluye los valores, la ética y los intereses humanos y porque no permite preguntar si sus avances realmente favorecen una forma de vida buena. Habermas http://es.scribd.com/doc/20199974/Habermas-Conocimiento-e-interes-resumen apuesta por un conocimiento social que nos permita mejorar nuestra calidad de vida y que, en lugar de alejar a la ética y al interés humano, los incluya como parte de sus principios.
Por otra parte, el enfoque de la educación basada en competencias no excluye los principios básicos del constructivismo y del aprendizaje significativo. Si tenemos en cuenta que el conocimiento puede clasificarse en diferentes tipos señalados por Díaz-Barriga y Hernández (2004) como aquellos de contenidos declarativos (factuales y conceptuales), los de contenidos procedimentales y los de contenidos actitudinales-valorales, hemos de concluir que las competencias, para ser procesos complejos de desempeño con idoneidad en un determinado contexto con responsabilidad, han de integrar los tres tipos de contenidos o saberes (saber conocer, saber hacer y saber ser).
 Precisamente por esto, no significa (de ninguna manera) que se trate de darle la espalda a los saberes (Perrenoud, s.f.), sino que el enfoque de la educación basada en competencias les da a ellos una fuerza nueva (los moviliza); las competencias están vinculadas a prácticas sociales, a situaciones complejas, a problemas por resolver, a proyectos por realizar, en fin, a tareas imposibles de desarrollar sin saberes.
Por supuesto que este enfoque exige una evolución sensible de las pedagogías y de los modos de evaluación vigentes hasta ahora por parte del común de los maestros. Biggs (2005) http://www.slideshare.net/guest64c40/modulo-de-evaluacion señala, por ejemplo, que cuando llega el momento de la aplicación de exámenes, la aparente comprensión de contenidos enseñados en el aula se evaporan, porque los alumnos trataban de comprender del modo que creían que satisfarían los requisitos de la evaluación:
1. Al reproducir el contenido de los apuntes de clase sin una estructura clara.
2. Al reproducir el contenido dentro de la estructura utilizada por el profesor.
3. Al elaborar una estructura propia, pero sólo para dar respuesta a las preguntas de exámenes previstas.
4. Al ajustar las estructuras a partir de la lectura estratégica de distintas fuentes para representar la comprensión personal, pero también para cumplir con los requisitos del examen.



 Respecto de la evolución pedagógica es necesario también tener en cuenta, en el enfoque de la educación basada en competencias, los ambientes de aprendizaje o escenarios donde existen y se desarrollan condiciones favorables para el mismo, espacios y tiempos en movimiento, donde los participantes desarrollan competencias, (A.C. CEP Parras 1997: 15-18, referenciado por Duarte, s.f.). Estos ambientes educativos no se limitan a las condiciones materiales necesarias para la implementación del currículo, cualquiera que sea su concepción, o a las relaciones interpersonales básicas entre maestros y alumnos. Por el contrario, se instauran en las dinámicas que constituyen los procesos educativos, involucran acciones, experiencias y vivencias de cada uno de los participantes, así como actitudes, condiciones materiales y socioafectivas, es decir, múltiples relaciones con el entorno y la infraestructura necesaria para la concreción de los propósitos culturales que se hacen explícitos en toda propuesta educativa (Chaparro 1995: 2, referenciado por Duarte, s.f.) . http://www.rieoei.org/deloslectores/524Duarte.PDF.
A continuación se mencionan algunas necesidades, identificadas como la columna vertebral de la educación, y que aportan algunas pistas para pensar en los ambientes educativos: (Duarte, s.f.)
• Planteamiento de problemas, diseño y ejecución de soluciones.
• Capacidad analítica investigativa.
• Trabajo en equipo, toma de decisiones y planeación del trabajo.
• Habilidades y destrezas de lectura comprensiva y de expresión oral y escrita.
• Capacidad de razonamiento lógico-matemático.
• Capacidad de análisis del contexto social y político nacional e internacional.
• Manejo de la tecnología informática y del lenguaje digital.
• Conocimiento de idiomas extranjeros.
• Capacidad de resolver situaciones problemáticas.

 Las dimensiones del aprendizaje propuestas por Marzano y Pickering (2005) tampoco se quedan fuera de este nuevo paradigma educativo. Si la adquisición del conocimiento es la segunda dimensión después de las percepciones y habilidades, es porque desde el enfoque de la educación basada en competencias tenemos que partir de aquellas condiciones subjetivas para lograr que el conocimiento adquirido se extienda y profundice (tercera dimensión), se utilice de manera significativa (cuarta dimensión) y logre la formación de hábitos mentales productivos tales como la autorregulación, el razonamiento crítico y el razonamiento creativo (quinta dimensión).
Por todo lo anterior propongo en este ensayo que los proyectos formativos pueden considerarse como estrategias óptimas para el logro de los objetivos que, de acuerdo con la RIEMS, debemos plantearnos los docentes. Dichos proyectos están sustentados en el enfoque socioformativo, nuevo enfoque educativo para el abordaje de las competencias, mismo que plantea que la educación se debe orientar con base en el abordaje de los retos, dinámicas y problemas del contexto dentro de un fuerte compromiso con el proyecto ético de vida de las personas; los proyectos formativos constituyen una forma de trabajo dinámica, interactiva y enfocada a problemas del contexto personal, social, cultural, artístico, ambiental, ecológico, laboral, disciplinar y científico, a la vez que integran diferentes metodologías didácticas (Tobón 2010).
La importancia de este tipo de proyectos radica en que los estudiantes aprenden a enfocarse en situaciones, problemas y retos de la vida, lo que les lleva al qprendizaje de las competencias con la mediación del docente, abordando de manera articulada los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales. Se busca también que los alumnos se enfrenten a retos pertinentes y significativos de su contexto y que, así, adquieran y formen las competencias esperadas .
De los beneficios de estos proyectos podemos mencionar, entre otros, el aprendizaje de saberes a largo plazo; el abordaje de las competencias considerando el saber ser (actitudes y valores), el saber hacer (habilidades procedimentales) y el saber conocer (conceptos y teorías); evidenciar a los alumnos la utilidad de su aprendizaje; el aumento en la satisfacción personal con la docencia; la motivación de los estudiantes porque el aprendizaje parte de la conciencia de sus necesidades y problemas; el abordaje de las diferencias y la multiculturalidad, así como la gestión de los recursos que parte de la creatividad e iniciativa de los docentes, directivos, estudiantes y padres de familia .
De acuerdo a la metodología propuesta por Tobón (ob.cit.) un proyecto formativo debe contener los siguientes elementos mínimos: la estructura formal del mismo (título sugestivo o interesante para los alumnos, nombre del docente y de la asignatura, así como el semestre en la que se imparte), una síntesis del proyecto, las competencias (genéricas y disciplinares) que se pretenden desarrollar mediante él, las actividades que los estudiantes realizarán con el docente como mediador y de manera autónoma, las evidencias y los criterios con los cuales aquéllas serán evaluadas, los recursos que se requieren para su realización, la matriz de valoración que desarrolla cada uno de los criterios y actividades de metacognición. La implementación de los proyectos formativos no requiere recursos materiales costosos. No es un secreto para nadie que dichos recursos en las instituciones de Educación Media Superior en México (sobre todo aquéllas que dependen del gobierno) no siempre son las óptimas llegando, incluso, a la falta de los más elementales, pero los mexicanos tenemos un recurso innato e inagotable: la creatividad; busquemos entonces, en ella, la fuente para motivar a nuestros alumnos con proyectos formativos que le den sentido y razón de ser a sus estudios de bachillerato.

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