La
publicidad tiene como finalidad llamar la atención del público en general o de
algún grupo específico: mujeres, niño o jóvenes, entre otros, para influir en
sus actitudes y necesidades y lograr que consuman lo que se anuncia.
Además
de la preferencia del público hacia algún producto, las campañas publicitarias
pueden llegar a hacer crecer a los consumidores que pueden alcanzar cierto
estilo de vida, si, por ejemplo, usan ciertas marcas de pantalones, beben un
tipo de refresco, se ponen un determinado perfume.
La
publicidad siempre utiliza imágenes muy atractivas que presentan una vida llena
de diversión y alegría, además de que exaltan el gran poder económico, la
belleza, el éxito profesional y amoroso de las personas que aparecen en ellas.
Lo anterior sirve como gancho para el sector del público al que va dirigida y
sugiere que al comprar determinado producto también se adquiere el poder, el
afecto, la belleza y el éxito que sus imágenes evocan.
Para
establecer contacto con el receptor del mensaje, la publicidad recurre a
estrategias discursivas que tienen como propósito hacer que las personas
sientan que el mensaje está dirigido específicamente a ellas. Esto sucede, por
ejemplo, al usar verbos como “compre” y lo “invitamos a” y con fórmulas como “¿No
le gustaría”…? o “vega a vernos”, entre
otras.
Conocer
los recursos que emplea la publicidad para vender sus productos permite a los
consumidores evitar ser manipulados en sus decisiones de compra.
BIBLIOGRAFIA.
BARONE LUIS ROBERTO, RODRIGUEZ CARLOS
EDUARDO (1999) “Enciclopedia estudiantil de la gramática y la lengua”
Ed. Rezza, León Gto. Méx.
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