PENSAMIENTO POSITIVO EN EL ESTUDIANTE.
En muchas ocasiones nos hemos
preguntado ¿Cuál será la verdadera fuerza de un pensamiento? Posiblemente mucha
o quizá incalculable. Lo cierto es que un pensamiento positivo es capaz de dar
una fuerza a nuestras acciones, de tal forma que lo lleven a lograr cualquier
meta que nos pongamos.
Como sabemos todo nuestro cuerpo es una conexión inconciente o conciente de
lo que hacemos, decimos y pensamos en cada segundo, por eso si nuestra mente se
concentra en un pensamiento y éste es positivo, nos da la fuerza necesaria para
hacerlo realidad.
A partir de ese enfoque parece muy acertado que uno de los valores de La
Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC) sea respeto y
“pensamiento positivo”.
Una persona, en este caso un estudiante con afinado pensamiento positivo es
más eficiente, eficaz, audaz y propositivo que una persona que piense de manera
negativa.
Pero no es sencillo en un mundo tan complicado y acelerado, donde las
oportunidades no se presentan a la orden del día, aún así la experiencia se
vuelve más gratificante, poder imaginar que venciste obstáculos, cruzaste
barreras, rompiste esquemas, sin duda, la satisfacción que se genera es
inigualable.
Cierto día escuche de una persona “siempre espero lo peor de los demás,
porque si me dan lo mejor me sentiré muy bien”. Esto es un pensamiento negativo,
porque estas limitando tus expectativas a un desenlace cargado de pesimismo,
como quien dice: si se da bueno y si no, pues, ni modo.
No te permitas pensar de esa manera, espera siempre lo mejor, exige a ti y a
los que te rodean lo mejor de si, de tal forma de alcanzar niveles de calidad
cada vez superiores, se mejora como persona y tienes como premio el éxito.
Para tener pensamiento positivo lo único que se necesita es
voluntad, no hay más requisitos, es la voluntad interna que mueve esos
pensamientos que te permitirán alcanzar tus metas, no estoy diciendo que va a
ser fácil, claro que va a ser difícil y mientras más grande es el reto mayor es
la recompensa, lo han dicho muchos autores, en base a la experiencia, pero pocas
personas logran creer y hacer una filosofía de vida, se dejan arrastrar por
aquellos que piensan que no es posible.
Alguien me dijo que no construyera castillos en el aire, le dije, “si puedo
construirlos pero éstos necesitarán bases y la base será todo lo que trabaje
para lograrlo, y ese trabajo será posible con un pensamiento claro de lo que
quiero, conciente de los obstáculos pero firme en mi decisión”.
Lo vivimos todos los días y es contagioso, tanto los negativos como los
positivos. Estas con un grupo trabajando, tratando de ponerte de acuerdo pero
notas que hay una vibra negativa, ¿Qué pasa entonces? ¿Qué sientes? Lo hemos
sentido alguna vez, no hay duda que sentir ese sin sabor de hacer las cosas por
salir del compromiso, esperando que salgan mal o con temor de cómo saldrán
porque no le pusiste todo tu empeño y esfuerzo para realizarlo y luego te dices,
“creo que pudo salir mejor, pero ni modo”, esto es fruto del pensamiento
negativo.
En cambio ya habrás experimentado cuando eres parte de una vibra positiva que
envuelve todo tu ser, quieres que todo salga bien, nada al azar, te enfocas y
contagias a todo el grupo con ese positivismo cargado de esperanza y
optimismo.
Al final si hubo un diez o menos estás feliz porque le pusiste corazón a lo
que estabas haciendo, sientes que aprendiste algo nuevo que estas vivo, que
estas viva porque vives la vida de manera positiva. Es un efecto multiplicador
que se traslada a todos los rincones de tu vida, sólo comienza a practicar a
contagiar al resto, cuando sientas será parte de ti, de tu personalidad, de la
forma en la que te proyectas al mundo y en la cual le dices ¡aquí estoy y quiero
ser alguien mejor que ayer!
Una pregunta, quiero una respuesta. ¿De cuál grupo quieres ser? ¿Cómo quieres
vivir está vida? Lamentando lo que pudiste hacer mejor, morir en el intento, o
mejorando cada día. Este último es el reto.
La fuerza del pensamiento positivo está en ti, no la dejes pasar, no le des
la espalda porque es una fuerza tuya, que se te ha dado sin pedir nada a cambio
más que tu crecimiento personal en todos los ámbitos de tu vida.
Contagia el pensamiento positivo con tu testimonio con tu fuerza interna.
Es algo que sólo tú y nadie más puede lograr, anímate a ser
mejor y no temas equivocarte, pues de los errores aprendemos a ser mejores cada
día.
Un pensamiento positivo es como una cucharada de miel que hace más que toda
la hiel del mundo.
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