EN LA INDUSTRIA Agropecuaria los
menores explotados son más de 280 mil; en la manufacturera más de 400 mil, en
el comercio medio un millón, en servicios 800 mil. Detrás de estas cifras se
encuentra como causa inmediata la miseria, el deterioro del núcleo familiar, la
falta de empleo del jefe de familia y la avidez y beneficios que representa
para muchos mexicanos, explotar a los menores. Con ello evitan pagar salarios
justos, burlar al fisco, al IMSS, al Infonavit y violar la Ley Federal del
Trabajo.
LA CRISIS ECONÓMICA Ha
incrementado la incorporación de niños al mercado laboral, fundamentalmente en
el sector doméstico y el informal. Esto origina que los menores tengan mínimo
acceso a la educación con todas sus fatales consecuencias. En ello coinciden
los expertos y las organizaciones internacionales como la OIT y Unicef.
SEGÚN DATOS De la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la actualidad 218 millones de
niños trabajan en el mundo, y uno de cada 12 lo hacen expuestos a las peores
formas de trabajo infantil, entre las que destacan seis: la agricultura, los
soldados, las redes de comercio sexual, el servicio doméstico, en minas y
canteras, y el tráfico de niños.
SI A ESTE Problema se suma
la pornografía y prostitución infantil, el tráfico de órganos y la leva que se
hace, especialmente en varios países africanos para involucrarlos como soldados
dentro de las guerras tribales y por el poder de líderes y ambiciosos, llegamos
a la fatal conclusión de que nuestro mundo se encuentra realmente podrido y que
no tiene ni para cuándo componerse.
LA EXPLOTACIÓN De los
menores no es cosa nueva. La historia de la humanidad viene registrando de
manera reiterada que todos los pueblos, hasta los más cultos y civilizados, han
fomentado el sistema de explotación infantil. Al efecto recordamos muy
especialmente a los niños explotados en las minas de carbón de Inglaterra e
Irlanda; a los niños explotados durante la revolución industrial en Europa; el
abuso y aprovechamiento de los niños indígenas por parte de los conquistadores
españoles y durante los 300 años del virreinato, que los utilizaban para
explotar las minas y extraer la plata y el oro que se enviaba a la capital del
reino español desde México y el Perú. Estos niños indígenas posteriormente
fueron también destinados a realizar las tareas más duras e ingratas en el
medio rural, en el minero y en la incipiente.
LA EXPLOTACIÓN De los menores ha
sido un sistema de producción similar al de la esclavitud, tolerado y admitido
por diversas sociedades de muchos países. Tanto por los altamente
industrializados con una economía importante, pero también y más señaladamente,
por los países pobres o llamados del tercer mundo.
MIENTRAS Nuestra economía
no crezca y la pobreza se siga enseñoreando en nuestros campos y nuestras
ciudades, la explotación infantil no podrá desaparecer. Seguiremos siendo un
país en donde su riqueza más valiosa, como lo es su niñez, seguirá siendo víctima
de la pornografía infantil, el tráfico de órganos, la explotación en los
tiraderos de basura, en los campos agrícolas, en los yacimientos mineros, en
los mercados, en las centrales de abastos, en las maquiladoras y en la vía pública.
http://www.proyectopv.org/1-verdad/explotacionlaboralninos.htm
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