UNA EDAD PARA NO
OLVIDAR.
Buscando información interesante para compartir en este
blog, me encontré con los comentarios del Maestro Francisco Rojas, al cual
siempre me ha gustado escuchar, él dice que: Rabindranath Tagore, uno de los
más grandes educadores que dio la India para bien de la humanidad, platicando
un día con un grupo de estudiantes normalistas; es decir que se preparaban para
ser educadores, les decía que si en verdad aspiraban a educar a los niños de su
pueblo, entre todas las cosas que debían aprender era no olvidar nunca el niño
eterno que moraba en ellos… “ese es el secreto para ser maestro”
No olvidar nunca el niño eterno que mora en cada uno de
nosotros. Si así actuáramos definitivamente que este mundo sería otro y no
estaríamos pasando lo que históricamente pasa. Sí de niños nos peleábamos, pero
quienes continúan el pleito son los padres y todos los mayores que se sienten
ofendidos porque los niños andan jugando con todos los de la cuadra y ya que se
cansen van a seguir jugando, a las escondidas o a la roña o a los pilares
encantados o a las estatuas de marfil y par mañana le seguirán con las canicas,
a la escuela y al peligroso juego de papá y mamá, la lotería, serpientes y escaleras… pero los papás y todos los mayores siguen peleando, mientras los
niños comparten un algodón de azúcar que compraron entre los dos.
Es claro que todos estos juegos ya han pasado al olvido,
casi lo único que juegan los niños en grupo o con sus amigos es al fut-bol y en
sus casas, los niños se la pasan con su atención sometida al teléfono celular
que a ellos les sirve de todo menos para comunicase, y no se diga de los que
tienen acceso a una computadora. Todo esto ha venido modificando la conducta de
los niños, tienen menos comunicación cara a cara y mucho menos contacto físico
que es esencial para mantener relaciones interpersonales armónicas y
saludables.
¿Sabían qué? A menos contacto físico en la familia se tiene
más necesidad de psiquiatras.
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