Si eres docente, es necesario que tomes en cuenta los consejos que vienen a continuación:
1. Privilegiar el liderazgo sobre la técnica.
1. Privilegiar el liderazgo sobre la técnica.
Los profesores tienen que convencerse de
que son ellos y nadie más los responsables de que los estudiantes
aprendan. A la técnica, aseguran los expertos, hay que mirarla como lo
que es: una mera ayuda.
Para ser líderes, los profesores deben
cambiar el switch mental, comenzar a sentirse importantes y dejar de
sentirse funcionarios. Y una visión optimista de la educación es
fundamental para formar estudiantes con mística. Se concuerda en que ni
las redes sociales ni un computador o una calculadora de última
generación reemplazarán jamás a la palabra bien dicha de un maestro. Las
generaciones jóvenes están ávidas de una guía. Los niveles de deserción
se agravan porque hoy el alumno tiene los mecanismos para buscar la
información por su propia cuenta en la red, y no necesita a un profesor
como mero transmisor. El liderazgo marcará la diferencia.
2 Abrir la clase a los pares.
Romper la idea de que el profesor es
dueño de la clase y de que un sistema de enseñanza autoritario es el
único eficaz, marcaría una gran innovación en el sistema educativo
nacional, dice Patricio Pfelmer, experto de la Universidad de Chile.
“Hoy existe la creencia de que el profesor es el dueño de su clase y
allí nadie puede meterse. Abrir la clase a los pares, ¡esa sí que sería
innovación!”. Se concuerda en la idea de que si los maestros permitieran
la entrada de otros para observar su trabajo, permitiendo la crítica
mutua e incluso la grabación, se incentivaría el progreso y la búsqueda
de cánones de perfeccionamiento en la docencia. Una definición conjunta
de lo que se precisa innovar dentro del aula, sería una de las
consecuencias de esta apertura.
3 Evaluaciones por escrito.
Saber leer no es sólo unir palabras o
fonemas, sino comprender acabadamente lo que se lee. La existencia de
pruebas con alternativas, común hoy en los colegios, en vez de mejorar
los rendimientos, contribuiría a que los estudiantes no tengan la
costumbre ni hagan el esfuerzo de leer.
4 Modernizar los currículos de enseñanza.
Urge una reforma curricular. Una que
consolide áreas sensibles de la enseñanza como matemáticas, lenguaje y
ciencias, e integre, con importancia, otras áreas del saber: música,
artes visuales, patrimonio, educación física. Estas áreas son tomadas
hoy como disciplinas apenas complementarias. El acortamiento y la
modernización de las grillas curriculares parecen ser prioridad. Un
currículum escolar globalizado y más corto que respete la realidad
social de cada establecimiento, y adaptado a cada región.
5 Profesores destacados en Educación Básica.
Destinar a los mejores maestros a enseñar
en los primeros años de escolaridad sería una de las grandes
herramientas para comenzar a mejorar la educación. Partiendo de la base
que el profesor ya no será un mero transmisor de información, sino un
orientador con liderazgo que ejercerá una poderosa guía en el aula,
poner a los mejores en el punto de partida del proceso educativo -la
prebásica y primeros años de básica- asegura un desarrollo integral
hacia el futuro.
En esta misión, la tecnología servirá
exclusivamente de apoyo, pero lo esencial será la palabra, el
aprendizaje lecto-escritor y las primeras nociones matemáticas y
espaciales. La educación mejorará cuando el profesor se sienta
absolutamente responsable de lo que logra movilizar en cada alumno y no
encuentre mejor lugar para debutar en la tarea que en la infancia. De lo
que el escolar absorba en esta etapa y de su formación inicial,
dependerá su rendimiento futuro.
6 Encantar al alumno.
“Un buen profesor sabe lo que enseña y
sabe transmitirlo. Si a eso se agrega la capacidad de encantar al alumno
con el aprendizaje, entonces tendremos a un docente efectivo que cumple
las metas que todos esperamos”. Recuerda las palabras de Gabriela
Mistral cuando afirmó que si ella fuese la Directora de una Escuela
Normalista no le daría el título a alguien que no tuviese “… algo de
encantamiento”. Seducir es la clave de la enseñanza y la mejor manera de
lograr resultados dentro de la sala.
7 Pensamiento Original.
“Si cada profesor
pensara la educación desde sí mismo, si se atreviera a reflexionar
desde sus propios valores, la educación comenzaría a adquirir un plus,
el que tiene una educación con coraje intelectual. “Los únicos que han
tenido esa valentía interior han sido nuestros poetas, quienes han
creado un pensar original sobre las cosas y el mundo, como lo hizo
Gabriela Mistral”, dice Cristián Warnken, decano de Educación de la UDD. Esa idea rescataría la intuición y la aplicaría al pensamiento.
Un maestro debiera también convertirse en
un narrador: así, el profesor de matemáticas contaría las matemáticas, y
el de geografía, la narraría como un cuento, despertando la motivación
de sus alumnos. Sería el fin del profesor que sólo entrega información,
rol que parece cumplir hoy. De paso, innovaría, porque “la mejor
innovación es hacer bien las cosas”, dice Tito Larrondo, director del
Centro de Innovación, Investigación y Evaluación en Educación de la
Universidad de Playa Ancha. Rescatar la oralidad para formar una
generación de profesores-narradores fomentará el aumento de vocabulario,
la resolución de problemas, el sentido crítico y un discurso propio
entre los escolares.
8 Desacralizar la tecnología.
Los estudiantes de hoy se conectan al
conocimiento por vías que han cambiado radicalmente en los últimos diez
años. Son niños absolutamente tecnologizados. De acuerdo a las
proyecciones, esta cercanía a elementos tecnológicos irá en aumento. Sin
embargo, ella no es la respuesta a todas las plegarias, lejos de eso,
dicen los expertos. Los profesores más exitosos serán quienes logren
despertar la curiosidad de sus alumnos y les enseñen las herramientas
para ordenar y clasificar el alud de información, dice Luz María Budge,
Decana de Educación y Ciencias de la Familia de la Universidad Finis
Terrae. No son las nuevas aplicaciones lo que va a generar sorpresas en
el futuro de nuestros niños, sino la capacidad aprendida para procesar
la información obtenida. Y eso depende del profesor. En educación, hay
que bajar a la tecnología del pedestal donde se encuentra.
9 Aprender a enseñar.
La gran técnica indispensable a
desarrollar con los profesores es enseñarles a enseñar, asegura Verónica
Abud, jefa de la División de Educación General del Ministerio de
Educación. de Chile “Que los profesores conozcan el desarrollo
intelectual de los niños para poder entregarles un contenido
significativo de acuerdo a su propia realidad”. Y, desde ella,
enseñarles a resolver problemas con un análisis adaptado a su capacidad
intelectual. Sería la vía para alcanzar mejores y más rápidas metas en
diversas disciplinas. Con esta perspectiva, los alumnos se involucrarían
más y la motivación crecería. Según los expertos, el acercamiento de la
enseñanza al nivel cognitivo de cada uno en la sala de clases, marcaría
una tremenda diferencia.
10 Achicar los cursos a máximo 30 alumnos.
En la mayoría de los casos, los cursos en
la educación municipalizada chilena llegan o superan los 45 alumnos.
Frente a esta realidad, se esfuma la posibilidad de la más mínima
enseñanza personalizada, visión que ha marcado el éxito en aquellos
países que han logrado el mejoramiento educativo. Una personalización en
la enseñanza es imprescindible para que el estudiante se motive. Por
ejemplo, hay establecimientos afectados por problemas serios de drogas
que precisan de un discurso diferente de parte de sus profesores, pero
en la práctica esto no se da: el énfasis está puesto en el control de la
disciplina y en pasar la materia, tareas que se convierten en titánicas
por el gran número de estudiantes. El acento está hoy puesto en el
control y eso debe cambiar.
Tomado del Blog de Jose Joaquin Brunner
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