COMUNICACIÓN EN LA VIDA COTIDIANA
El ser humano se
define por su condición de sociabilidad, y si es sociable lo es porque puede
comunicarse, es decir, intercambiar de una parte sus pensamientos y emociones,
y de otra sus creaciones y experiencias. A estos se deben los mejores logros
humanos. “Al comunicarse con pensamientos y emociones las personas viven y se
expresan, y cuando el objeto de comunicación son sus creaciones y experiencias,
tanto los individuos o grupos progresan y se enriquecen culturalmente”(Gómez
Delgado, T.; 1998).
La comunicación es
una condición necesaria para la existencia del hombre y uno de los factores más
importantes de su desarrollo social. J. C Casales. (1989), plantea que al ser
uno de los aspectos significativos de cualquier tipo de actividad humana, así
como condición del desarrollo de la individualidad, la comunicación refleja la
necesidad objetiva de los seres humanos de asociación y cooperación mutua.
El estudio de la
misma como proceso, ha suscitado el interés de muchos investigadores: Andreeva
(1984), Watzlawick (1987), Lomov (1989) y L.S.Vigotsky (1987). Más
recientemente encontramos figuras como Silvestein (1994), González Rey,
Fernando, (1995), Morales, A. A y Cortés, María Teresa, (1995); Paoli (1997),
Calviño, M. (1998), Borrel, Francesc, (2000); Piedra, Mario, (2002).
Lo que es bien
cierto, es el hecho de que constituye el fundamento de toda la vida social. Es
un proceso que pone en contacto psicológico a dos o más personas y funciona
como momento organizador y como escenario de expresión de la subjetividad en el
que se intercambian significados y sentidos de sujetos concretos construyéndose
la individualidad y el conocimiento del mundo. Al decir de Morales Álvarez “La
sociedad como realidad objetiva se convierte en realidad subjetiva cuando el
individuo interioriza en su conciencia y asume como propio el mundo social
producido por el hombre, objetivado en significados del lenguaje, como externo
a él" (Morales Álvarez, J. y Cortés, M. T., 1997, p-46).
Para Wilbur Schramm
uno de los principios básicos de la teoría general de la comunicación es que
“los signos pueden tener solamente el significado que la experiencia del
individuo le permita leer en ellos” (Schramm, 1972, p.17) ya que sólo podremos
interpretar un mensaje dependiendo de los signos que hemos aprendido a
atribuirles, lo que constituye un marco referencial en función del cual puede
comunicarse un sujeto, o un grupo de ellos.
La comunicación, en
la escuela histórico- cultural, fue trabajada como categoría fundamental a
partir de los trabajos de L.S.Vigotsky acerca de las funciones psíquicas
superiores, quien destacó como éstas no responden a la línea de la evolución
biológica, sino que son el resultado de la asimilación de los productos de la
cultura, lo que se da sólo a partir del contacto entre los hombres. En este
sentido es de destacar también la idea de L.S.Vigotsky acerca del origen
interpsicológico de todo lo psíquico, es decir como cada función psíquica y la
personalidad en general se genera como procesos ínter-psicológicos para luego
interiorizarse.
Durante el proceso de
comunicación, los sujetos involucrados se influyen mutuamente, es decir,
interactúan sus subjetividades a través de los procesos de externalización e
internalización. Unido a esto, se produce una redefinición y configuración de
la subjetividad, donde la realidad llega a través del otro.
La comunicación debe
estudiarse como un proceso multidimensional y polifuncional. En correspondencia
con esta premisa Lomov plantea la necesidad de abordarla desde tres niveles de
análisis con relación a su estructura: Macronivel, Mesonivel, Micronivel.
Independientemente
del valor implícito de los estudios de Lomov acerca de los 3 niveles de
análisis en la estructura a los que se ha hecho referencia, concuerdo con lo
planteado por Andreieva, G. M. (1984, p-85) a este respecto cuando aborda 3
elementos entrelazados indisolublemente:
· Aspecto comunicativo: que no es más
que el intercambio de información, ideas, criterios entre los participantes en
la comunicación.
· Aspecto interactivo: que se refiere
al intercambio de ayuda, cooperación en la comunicación, de acciones de
planificación de la actividad.
· Aspecto perceptivo: que está
referido al proceso de percepción de los comunicadores, a cómo se perciben
ambos en el proceso de comunicación, de lo cual dependerá la comprensión y la
efectividad en el intercambio comunicativo.
Estos tres aspectos a su vez se identifican con tres funciones fundamentales de la comunicación que son:
Estos tres aspectos a su vez se identifican con tres funciones fundamentales de la comunicación que son:
· Función informativa: que comprende
el proceso de transmisión y recepción de la información, pero viéndolo como un
proceso de interrelación. A través de ella el individuo se apropia de
experiencia histórico-social de la humanidad.
· Función
afectivo-valorativa: que es muy importante en el marco de la estabilidad emocional de
los sujetos y su realización personal. A través de esta función el hombre se
forma una imagen de sí y de los demás.
· Función reguladora: mediante la
cual se logra la retroalimentación que tiene lugar en todo el proceso
comunicativo, que sirve para que cada participante conozca el efecto que
ocasiona su mensaje y para que pueda evaluarse a sí mismo.
Las formas y el
contenido de la comunicación se determinan por las funciones sociales de las
personas que entran en ella, por su posición en el sistema de las relaciones
sociales y por su pertenencia a una u otra comunidad o grupo; se regulan por
los factores relacionados con la producción, el intercambio y el consumo, así
como por las tradiciones, normas morales, jurídicas e institucionales y
servicios sociales.
Debido a que el
proceso de comunicación, es el que permite que las personas se relacionen, se
vinculen a través de las diferentes actividades y esferas que engloban la vida
cotidiana, resulta necesario prestarle especial atención al cómo desarrollar
habilidades que potencien esta capacidad humana.
Tendríamos que partir para ello, de cuáles serían las condiciones,
entorno a dicho proceso, que faciliten y propicien su efectividad. En primer
lugar, quisiera referirme a la necesidad de crear un clima psicológico
favorable, de seguridad, confianza, positividad, empatía, entre otros
factores. Cuando hablo de la creación de clima, es preciso orientarse en el
otro comprendiéndolo y mostrando dicha comprensión, ponerse en su lugar y
aceptarlo, mostrarse sincero, permitir una total expresión sin ofensas ni
agresividad. En esencia es estimar al otro, respetar su derecho a expresar sus
sentimientos.
Resulta imprescindible también como otro elemento esencial de la
comunicación interpersonal la capacidad y habilidades de escucha adecuadamente
desarrolladas en los participantes del proceso comunicativo.
La posibilidad de un verdadero diálogo, aprendizaje y cambio depende de que exista una alta capacidad de aportar datos para afirmar lo que se piensa, con una alta capacidad igualmente elevada para estar dispuestos a escuchar a continuación, y llegar a modificar cualquier idea que sea necesaria.
La posibilidad de un verdadero diálogo, aprendizaje y cambio depende de que exista una alta capacidad de aportar datos para afirmar lo que se piensa, con una alta capacidad igualmente elevada para estar dispuestos a escuchar a continuación, y llegar a modificar cualquier idea que sea necesaria.
El saber escuchar es una habilidad que reporta
sustanciales recompensas: aumento en la producción y la comprensión, renovada
capacidad de trabajo y aumento de la eficacia, reducción de la pérdida de
tiempo y de materiales. Al tomar mayor conciencia sobre el proceso de escucha,
el individuo se vuelve más confiable y logra entablar buenas relaciones, al
tiempo que aprende a reconocer el verdadero propósito que subyace en los
mensajes de los demás.
La asertividad, es una habilidad fundamental para el
establecimiento de las relaciones interpersonales. Cuando hablamos de aprender
a ser asertivos, me refiero a promover el desarrollo de las habilidades que nos
permitirán ser personas directas, honestas y expresivas en nuestras
comunicaciones; además de ser seguras, auto-respetarnos y tener la habilidad
para hacer sentir valiosos a los demás. Hay un elemento aquí que no puede
faltar, siempre debe procurar encontrar una solución "Ganar - Ganar",
o sea, debe dirigir el acto comunicativo en un sentido que beneficie a los
participantes del mismo.
Según Predvechni (1986), no solo estos elementos son necesarios; sino
que también la persona debe planificar el lenguaje, el
contenido, los medios para trasmitirlo y saber retroalimentarse. Otro autor,
Bert Decker (1981), destaca cuestiones referentes a la voz, postura, etc.
La naturalidad es una estrategia de gran valor, debido
a que este es un recurso que permite causar impresiones o enfatizar algo, de
forma que sea asumido por el interlocutor como verdadero, auténtico.
Existen opiniones
categóricas como la de Hernández Aristu (1992) cuando plantea: “Todo acto comunicativo,
si es auténtico, implica un proceso sincrónico de desenmascaramiento, de
desvelamiento de la realidad objetiva, normativa, intersubjetiva y lingüística.
Al mismo tiempo supone un liberarse de presiones externas que surgen de
relaciones de poder y dominio, de intereses institucionales, personales,
explícitos o encubiertos. Así mismo supone una liberación de presiones,
automatismos internos, miedos, inhibiciones, etc.
El acto comunicativo
es fruto del consenso intersubjetivo, de la simetría de la relación entre los
interlocutores, en la que la fuerza, si existe, no es otra que la del discurso
racional. Estos actos comunicativos son por tanto actos de emancipación
(Hernández Aristu, 1992)
Oiie... un favor pon tu letra mas grande que me costo muchisizimo trabajo leerlo... graciias.
ResponderEliminarBuena entrada...